sábado, 22 de diciembre de 2012

madre e hijo : una experiencia inmaculada


"Tonia y yo no hemos estado nunca alejados uno del otro. Pero este año de trabajo nos ha acercado aún más. He observado cuán activa es Tonia, cuán fuerte e incansable, qué hábil es al elegir los trabajos, de manera que pierde el menos tiempo posible al pasar de uno a otro.
Siempre me ha parecido inmaculada toda concepción, y en este dogma que afecta a la Virgen se expresa la idea universal de la maternidad.
En cada mujer que concibe se encuentra el mismo sentido de soledad, de abandono, de disposición tan sólo hacia sí misma.   En este momento tan particular, ya el hombre es un extraño, como si de ninguna forma fuera su partícipe y todo hubiera caído del cielo.
La mujer da a luz por sí sola a su criatura, se retira con ella, sola también, a otro plano de la existencia, donde hay más silencio y es posible tener sin miedo una cuna.  Y sola, en silenciosa humildad, la nutre y la educa.
Se dirigen así a la Virgen :  ”Imploro con devoción a tu Hijo y tu Dios…”   “Y mi espíritu se alegró en Dios mi salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva. Porque he aquí que desde ahora me dirán bienaventurada…”   “Porque el Omnipotente me ha hecho grandes cosas, y santo es su nombre.” 
 Su criatura es su gloria.  Pero lo mismo puede decirse de cada mujer.  Su Dios está en su hijo.  Las madres de los grandes hombres deben experimentar esa sensación.  Pero todas las madres son madres de grandes hombres   y no tienen la culpa de que después la vida las desilusione.”

El doctor Zivago - Boris Pasternak


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.