"Los atractivos de la cirugía se estropearon para Rob
gracias a una seguidilla de castraciones. Hacer eunucos era un procedimiento
corriente y se realizaban dos tipos de castraciones. Los hombres de buen porte,
seleccionados para guardar las entradas de los harenes -donde tendrían muy poco
contacto con las mujeres de la casa- sólo sufrían la pérdida de los testículos.
Para el servicio general de los harenes, eran más apreciados los hombres feos,
a los que se pagaba una prima por desfiguraciones tales como una nariz
aplastada o repelente de subo, la boca deforme, labios gruesos o dientes negros
o irregulares. Con el fin de anular totalmente sus funciones sexuales les
amputaban la totalidad de los genitales y se veían forzados a llevar siempre el
cañón de una pluma para orinar.
Con frecuencia se castraba a muchachos jóvenes. A veces se los enviaba a una
escuela especializada en la educación de eunucos, en Bagdad, donde les
enseñaban canto y música, o se les instruía a fondo en la práctica del
comercio, o en compras o en administración, convirtiéndolos en sirvientes
sumamente apreciados, en valiosas propiedades, como Wasif, el esclavo eunuco de
Ibn Sina."
El médico - Noah Gordon
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