"El movimiento brusco acabó con la precaria
tregua que había establecido con el dolor en las piernas y con la necesidad de
la droga en sus nervios, pero también mitigó un poco su temor. La visión
nocturna se estaba agudizando y podía ver mejor en la oscuridad. Intuyó el
horno, restos de una pila de carbón, una mesa con un montón de latas y
utensilios de cocina, y a su derecha...¿qué era aquello que estaba cerca de los
estantes? Aquella forma le resultaba familiar. Había algo maligno en ella. Se
sostenía sobre tres patas. Su extremo superior era redondo. Parecía una de las
máquinas de la muerte de Welles en la Guerra de los mundos, sólo que en
miniatura. Paul se quedó pensando en el asunto. Se adormeció, cuando
despertó, miró otra vez y pensó: "Claro debí darme cuenta desde el
principio. Es una máquina de la muerte. Y si hay alguien en la tierra que sea
un marciano, es Annie Wilkes. Es su barbacoa. Es el crematorio en el que
me hizo acabar con Automóviles Veloces"
Misery - Stephen King
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